sábado, 30 de mayo de 2009

Primavera sin alcohol, Lunas sin alcohol.

Carta escrita el 12 de enero de 2007 publicada en diario Estrella.

Claudio Suarez
DNI 21.523.601

Ante todo quisiera aclarar que estuve en desacuerdo con la prohibición de ingerir bebidas alcohólicas en la pasada primavera 2006, no por considerar que este mal controlar a los menores, sino por considerar que tomar alcohol no implica en si exceso y descontrol, y que la mala educación de los adultos hace que la juventud haga del alcohol y otras adiciones refugios que no tienen dentro de la sociedad, haciendo que situaciones que deberían ser parte de festejos y alegrías pasajeras se incorporen dentro de nuestras vidas en forma permanente. Es ahí cuando el alcohol y otros vicios se transforman en problemas reales.

Si la señora intendente Estela Clericci en representación de la población adulta de esta ciudad y para el beneficio de los jóvenes tuvo la valentía de apoyar la ideología de prohibir a los demás proclamando una primavera sin alcohol, no veo por que no puede ponerse a la cabeza de lo que seria uno de los MAYORES EJEMPLOS que esta ciudad podría dedicarle a su juventud, el de festejar Las 4 Lunas SIN ALCOHOL; acaso la juventud no lo vale, acaso no tienen la valentía de demostrar con el ejemplo que los mayores pueden controlarse durante 4 noches.
El alcohol también es una adicción, y en esta oportunidad considero que no es suficiente con controles de alcoholemia; SOLO ES SUFICIENTE EL EJEMPLO DE LOS MAYORES, no solo por los jóvenes sino también por la recuperación de la dignidad y la honorabilidad que los adultos perdimos, y que es parte del irrespeto que los jóvenes inconcientemente expresan a los mayores por la inconsistencia de las reglas que imponemos.

Tanto jóvenes y adultos no deberíamos aceptar JAMAS nos prohíban nada, sino que deberían educarnos para poder ser personas libres y controladas, no por los demás, sino por nosotros mismos.

Es así como sin estar de acuerdo podría al menos ver que no estamos ante un gobierno hipócrita que exige a los demás directivas que ellos mismos no pueden cumplir. Que haya 4 Lunas sin alcohol, haría al menos honorable la postura de prohibir a los demás en beneficio de los demás, de lo contrario seria como pedirle a un padre alcohólico que le inculque a su hijo el hábito de no tomar alcohol.

Ante la negativa, animo a los jóvenes a formar un grupo de Jóvenes autoconvocados por la vida y su futura educación para el control de los adultos.

Acaso el alcohol, el cigarrillo y otros vicios no son también patrimonio de las Lunas de Cañada de Gómez.

Gracias.

Cañada de Gómez. 12 de enero de 2007.

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